Ella acababa de salir de prisión
y pensaba adoptar una filosofía de mínimo esfuerzo
a manera de autoflagelamiento.
Sin querer se mezclo en un pasacalles
cuyo atractivo principal era un carrito alegórico en forma de corazón .
En un pestañeo dio seis saltos sincronizados
aferrándose a la pancarta como sanguijuela en celo ,
luego perdió las huellas digitales plasmando
el ultimo mensaje Braile ante el asombro del publico
que emocionados aplaudían a rabiar (incluso los propios organizadores del evento) .
Avergonzada y dolida se retiro cabizbaja en busca de donante.
A pesar de la distancia , el pudo observar su mensaje
desde la ventana : “ te espero aquí desesperadamente ” ...
Sintió una leve erección , se sonrojo
y dejando rastros de baba abandono el cuarto .
Corrió tan rápido como se lo permitieron las piernas ,
al tenerla frente suyo se arrodillo ,
la tomo de las manos
y comenzó a besar desesperadamente sus desgastadas yemas ,
aquellos frágiles dedos rojos
hasta curarlos del todo .
Ella no podía creerlo , al principio sintió ganas de escupirlo,
golpearlo en zonas blandas con vehemencia ,
insultarlo por la amarga espera pero las fuerzas le faltaron
y cayo rendida a sus brazos lista para compartir el catéter .
El le susurro al oído una oración en Latín
y la llevo al hospital sonriente.
Cuando ambos despertaron ya no importaban las cámaras
ni los cazadores de noticia .
Su historia se vendió como pan caliente en la TV por cable
y vivieron más que felices gracias a las regalías.
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